INFLUENCIA SOCIAL
Debido a que los
psicólogos sociales han reconocido desde siempre la importancia de la
influencia social en nuestras vidas diarias, este tema ha ocupado un lugar
central en nuestro campo. Nos
centraremos en el tema de la conformidad que es comportarse de manera que sea
visto como aceptable o propio de nuestro grupo o sociedad. Como veremos pronto
dicha presión para ajustarnos puede ser muy difícil de resistir. Después
revisaremos la condescendencia como el esfuerzo para hacer que otros respondan
de manera afirmativa a nuestras peticiones. Por último, examinaremos dos
extremos de la influencia social: la obediencia una forma de influencia social
en la cual una persona simplemente ordena a otra/s realizar alguna acción y el
adoctrinamiento intenso, los esfuerzos de los grupos para reclutar nuevos
miembros e inducirlos a aceptar las creencias de una manera incuestionable.
LA CONFORMIDAD: LA INFLUENCIA DE GRUPO EN ACCIÓN
¿Te has
encontrado alguna vez en una situación en que hayas sentido que desentonabas
terriblemente? Si es así, has experimentado directamente las presiones hacia la
conformidad. En tales situaciones probablemente experimentaste un fuerte deseo
de entrar en la línea, ajustarte con el resto de la gente. Tales presiones
hacia la conformidad provienen del hecho de que en muchos contextos existen
reglas explícitas o tácitas que indican cómo deberíamos comportarnos. Estas
reglas son conocidas como normas sociales, y con frecuencia ejercen efectos
importantes sobre nuestro comportamiento.
Normas
explicitas: son normas detalladas de forma clara por ejemplo, los gobiernos
funcionan generalmente a través de reglas escritas en las constituciones y las
leyes, las competencias atléticas usualmente se encuentran reguladas a través
de reglas escritas y señales en muchos lugares públicos las que describen el
comportamiento esperado como en límite de velocidad, No rebasar, No pisar, etc.
Normas implícitas
o tácitas: muchos de nosotros obedecemos a reglas que se sobreentienden y no
escritas como: “No te acerques mucho a los desconocidos” y “No llegues puntual
a las fiestas”. De manera similar nos encontramos a menudo influenciados por
cambios rápidos en la manera de vestir, hablar o arreglarse. Independientemente
si las normas sociales son implícitas o explícitas, un factor es claro: la
mayoría de la gente las obedece la mayor parte del tiempo. Por ejemplo, pocas
personas visitan restaurantes sin dejar propina al camarero, y virtualmente
todos, independientemente de las creencias políticas, se ponen en pie cuando
oyen el himno nacional de su país en los eventos deportivos o en encuentros
públicos.
A primera vista,
esta fuerte tendencia hacia la conformidad (estar en concordancia con las
expectativas de los grupos o de la sociedad sobre cómo deberíamos comportarnos
en varias situaciones) puede darte la impresión de ser algo censurable. Después
de todo, establece restricciones sobre la libertad de la persona. Sin embargo,
existe una fuerte base para tanta conformidad: sin ella, pronto nos
encontraríamos ante un caos social.
¿Quién se conforma?
1.
Características individuales
La existencia de
grandes diferencias individuales en la conformidad ha conducido a algunos
psicólogos sociales a buscar atributos de la personalidad que predispongan a
algunas personas a conformarse más que otras.
Las
características de la personalidad son:
·
Baja autoestima
·
Necesidad de apoyo social o aprobación
social
·
Necesidad de autocontrol
·
C.I. bajo
·
Ansiedad
·
Sentimientos de culpa
·
Inseguridad en el grupo
·
Sentimientos de inferioridad
·
Personalidad autoritaria
2.
Tamaño de grupo
Otro factor que
ejerce efectos importantes en la tendencia hacia la conformidad es el tamaño
del grupo de influencia. Mientras mayor es el grupo, mayor será nuestra
tendencia a seguirlo, incluso si esto significa comportarnos de manera
diferente a lo que realmente preferimos.
Las bases de la conformidad
¿Por qué a menudo
elegimos seguir a los demás?
La mayoría de las
personas cumplen las normas de sus grupos o de sus sociedades la mayor parte
del tiempo. ¿Por qué esto es así? ¿Por qué la gente a menudo elige continuar
con estas consecuencias o expectativas en lugar de resistirse a ellas? La
respuesta parece implicar dos fuertes necesidades que poseen todos los seres
humanos.
Influencia social
normativa: el deseo de gustar y el miedo al rechazo
¿Cómo podemos
gustar a los demás? Este es uno de los enigmas de la vida social. Desde
temprana edad aprendemos que estar de acuerdo con las personas que nos rodean y
comportarnos como ellas hace que les agrademos. Padres, maestros, amigos entre
otros nos llenas de halagos y aprobaciones para mostrar dicha semejanza. Por
tanto, una razón importante para la conformidad es esta: hemos aprendido que
hacer tales cosas pueden ayudarnos a obtener aprobación y aceptación que
anhelamos. Esta fuente de conformidad es conocida como la influencia social
normativa e implica nuestro comportamiento para adaptarlo a las expectativas de
los demás.
Influencia social
informativa: El deseo de ser correcto
Para saber si
actuamos y hacemos lo correcto debemos acudir a otras personas, saber sus
opiniones y acciones como nuestra guía. A su vez dicha confianza en los demás es una fuente sólida de la
tendencia hacia la conformidad. Las acciones y opiniones de los demás definen
nuestra realidad social y la empleamos como una guía para nuestras propias
acciones y opiniones. Esta base de la conformidad es conocida como influencia
social informativa, debido a que está basada en nuestra tendencia a depender de
los demás como una fuente de información acerca de muchos aspectos del mundo
social.
LA CONDESCENDENCIA
Imagina que
quieres que alguien te haga algo ¿Qué harías para convencerlo de lo que haga?.
Si lo piensas un momento en seguida te darás cuenta que solo tienes unos pocos
trucos a tu disposición para obtener su condescendencia, para inducir a los demás
a decir sí ante tus peticiones.
Principios y técnicas subyacentes
Para los psicólogos
sociales es importante el estudio de la condescendencia porque quiere analizar
porque la gente sede a las peticiones de los demás, para ello se basaremos
nuestro análisis en seis principios básicos:
Amistad/Simpatía: en general
estamos más dispuestos a complacer las peticiones de nuestros amigos o de los
que nos agradan más que las de extraños o de gente que no nos gusta.
Dentro de las
técnicas basadas en la amistad o la simpatía están el manejo de la impresión
con la intensión de congraciarse en la cual buscamos primero agradar al otro y
luego tratar de cambiarle su comportamiento en la forma deseada.
Compromiso/Consistencia: una vez nos
hemos comprometido con una postura o acción estamos más dispuestos a acceder a
solicitudes de comportamiento coherente con dicha postura.
La técnica usada
para este principio es conocida como la técnica del pie - en la – puerta. Que
consiste en inducir a la persona a acceder ante una petición inicial pequeña
(aceptar algo), para luego acceder a una petición mayor, la realmente deseada.
La técnica del
mago en la que luego de que el cliente ha aceptado, la oferta o el trato es
cambiado o se vuelve menos atractiva. En ocasiones como éstas, un compromiso
inicial parase hacer más difícil que un individuo diga que no, incluso cuando
las condiciones que en un principio le llevaron a decir que sí hayan cambiado
ahora.
Escasez: es una regla general de la vida que
las cosas que son escasas, raras o difíciles de obtener son vistas como más
valiosas que aquellas que son abundantes
o fáciles de obtener. Por tanto, a menudo estamos dispuestos a invertir más
esfuerzo o pagar más para obtener los productos o metas que son escasos en
comparación a los que se encuentran en gran abundancia.
Las técnicas usadas son las conocidas como “ponerlo difícil de
conseguir”, “fecha límite”
Reciprocidad: es una regla básica de la conducta
social: usualmente hacemos a otros lo que ellos nos han hecho a nosotros. Si
nos han hecho un favor sentimos entonces que deberíamos hacerles uno a ellos.
Mientras que esta convención es vista como justa por la mayoría de las
personas, el principio de reciprocidad también sirve de base para varias de las
técnicas que se emplean para obtener la condescendencia.
Una de las
técnicas claras es la de la – puerta en – la – cara, la cual es un
procedimiento para obtener condescendencia según el cual los solicitantes
comienzan con una solicitud grande y después, cuando ésta es rechazada, la
rebajan a una menor (la que ellos realmente deseaban desde el principio).
Otra técnica es
la conocida como “esto no es todo”, aquí la petición inicial es seguida, antes
de que la persona diga si o no, por algo que endulza el trato, un pequeño incentivo
extra para la persona.
Validación social: en general
mostramos más disposición a condescender a actuar de un determinado modo, si dicha acción es consistente con la que
creemos que personas similares a nosotros hacen (o piensan). Queremos ser
correctos y una manera de hacerlo es actuar y pensar como los demás.
Autoridad: estamos más dispuestos a condescender
a las peticiones de alguien que tiene una autoridad legítima o que simplemente
parece tenerla.
Estos principios
básicos son empleados por profesionales y por nosotros mismos para obtener la
condescendencia de los demás.
OBEDIENCIA A LA AUTORIDAD Y ADOCTRINAMIENTO INTENSO
La influencia
social es utilizada para producir cambios en el comportamiento, cambios mucho mayores que los producidos por otros
tipos de influencia social.
Obediencia
destructiva
¿Has visto alguna
vez a un oficial gritando a su tropa, y ésta respondiendo a sus órdenes de
manera instantánea? ¿O a un entrenador deportivo dando una instrucción a un
jugador mucho más alto que él? Si es así, conoces a la obediencia, cosas en las
que una persona en una posición de autoridad simplemente le dice u ordena a una
o más hacer algo y ¡ellas lo hacen! No obstante, la obediencia está lejos de
ser un evento raro; tiene lugar en muchos lugares desde la escuela hasta las
bases militares. Lo que realmente sorprende
Bases psicosociales
Primero, en
muchos casos, las personas que tienen autoridad eximen a los que les obedecen de la responsabilidad de sus actos. Muchos se
defienden diciendo “sólo estaba siguiendo órdenes”. En situaciones reales este
traspaso de responsabilidad puede ser implícito; se supone que la persona al
cargo tiene la responsabilidad de lo que sucede.
Segunda, las
personas con autoridad suelen poseer insignias o signos visibles que reflejan
su estatus. Consiste en ropa especial, títulos y otros símbolos. Esto sirve
para recordar a muchas personas la norma social: “obedece a la persona con
cargo”.
Tercera, la
intensificación gradual de las órdenes de autoridad. Las órdenes iniciales
exigen acciones inofensivas, tales como simplemente llamar la atención a las
personas. Posteriormente las directrices van aumentando su alcance hasta llegar
a requerir un comportamiento peligroso o censurable. Gradualmente, las demandas pueden ir aumentando
hasta el punto que se les ordenen golpear, torturar e incluso matar. De cierta
manera las personas con autoridad emplean la técnica del pie-en-le-puerta,
solicitando primero acciones pequeñas para luego otras mayores.
Finalmente en
muchos casos de obediencia destructiva los acontecimientos cambian muy
rápidamente: las manifestaciones inesperadamente se convierten en disturbios,
los arrestos en pelas o asesinatos en masa. Esta rapidez deja poco tiempo para
reflexionar a los participantes o para procesar sistemáticamente la
información: se les ordena que obedezcan y casi automáticamente lo hacen.
Resistir a sus efectos
Ahora que hemos
considerado algunos de los factores responsables de esta fuerte tendencia a
obedecer a las fuentes de autoridad, analizaremos ¿cómo podemos oponer
resistencia a este tipo de influencia social?
Primero
responsabilizar a los propios individuos expuestos a la autoridad del daño que
produzcan.
Segundo,
indicando claramente a los individuos que más allá de un punto, la sumisión es inapropiada.
Tercero, a los
individuos les puede resultar más fácil resistirse a la influencia de una
autoridad si se cuestionan la competencia y motivos de dicha figura. Los
dictadores siempre alegan que sus órdenes reflejan amor.
Para concluir el
poder que tienen las figuras autoritarias para generar obediencia es importante
pero no irresistible. Bajo condiciones apropiadas se puede rebatir o reducir.
Como en muchos otros aspectos de la vida, existe una alternativa.